El proceso de estampación en caliente u impresión Hot Stamping, también conocido como estampación en lámina, es un proceso especial que se lleva a cabo mediante una mezcla de calor, troqueles metálicos, lámina y presión.
Puedes elegir el tipo de lámina que desees entre una gama de acabados, colores e incluso efectos ópticos especiales. Los acabados metálicos son muy populares, pero también se pueden conseguir otros colores en acabado mate o brillante.
El proceso del Hot Stamping es similar al del grabado y la tipografía, ya que la lámina se aplica al papel o la tarjeta mediante presión. Una vez elegido el diseño, se fabrica un troquel metálico con la forma deseada, manualmente o con impresión 3D metal. Esto permite aplicar la lámina de color tantas veces como sea necesario hasta completar el diseño.
A continuación, los troqueles se calientan y se estampan ejerciendo la suficiente presión como para aplicar una fina capa de lámina al material utilizado. Si se necesitan varios colores, hay que añadir cada uno por separado, pasando el material por la prensa varias veces hasta completarlo. Es un poco parecido a la serigrafía que va tinta a tinta, por separado. En cambio en la sublimación se hace directamente una impresión textil a todo color.
Si se decide que se desea una imagen en relieve o un efecto especial, habrá que crear un troquel final que se encargue de ello.
El Hot Stamping se trata de un proceso de impresión bastante complejo, por lo que si estás pensando en utilizar láminas para la papelería o las invitaciones, merece la pena examinar el proceso con más detalle. Este es uno de esos acabados, como la impresión con tintas metalizadas con relieve o los barnizados selectivos más útiles cuando el objetivo es conseguir unas tarjetas de visita elegantes.
El huecograbado o la tampografía pueden dejar un efecto parecido si utilizan tintas doradas o plata. Ya que el hot stamping sigue siendo una estampación y se ve un poco hundido al igual que en el huecograbado.
En primer lugar, la lámina es opaca. No necesita utilizar ninguna tinta. Esto significa que si se utiliza un papel de color, la lámina permanecerá del mismo color y no cambiará según la superficie coloreada. La lámina puede quedar muy bien en papeles más oscuros y de color. Con una amplia gama de acabados, puede elegir entre metálico, brillante, mate, estampado o liso e incluso holográfico o nacarado.
Al añadir una lámina metálica a su producto impreso, el resultado puede ser muy atractivo visualmente. Este efecto no se consigue con la impresión tipográfica, la litografía o la termografía, donde el metalizado puede resultar plano y aburrido.
En definitiva, si quieres darle un acabado único y exclusivo a tus trabajos de impresión y hacerlos diferentes a todo lo demás, te recomendamos la impresión mediante Hot Stamping.
FUENTE: www.larabuide.es
